El huracán Melissa ha alcanzado la categoría 5, convirtiéndose en el ciclón más potente del Atlántico en 2025, con vientos de hasta 280 km/h. Un video impactante, grabado por un avión C-130 de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, muestra el ojo del huracán, revelando la magnitud de su poder destructivo. Este fenómeno atmosférico avanza lentamente sobre el Caribe, dejando a su paso lluvias torrenciales, apagones y destrucción. El Centro Nacional de Huracanes (NHC) ha calificado a Melissa como un evento “potencialmente catastrófico”. Las autoridades advierten que su trayectoria podría causar daños sin precedentes en Jamaica, Haití, República Dominicana, Cuba y las Bahamas. El video, que muestra la travesía del avión a través de la pared del huracán, ilustra un contraste impresionante: fuera del ojo, ráfagas de más de 250 km/h y nubes en espiral; dentro, un silencio casi irreal y cielos despejados. Los pilotos describieron la experiencia como una mezcla de belleza y terror, un momento de calma antes de que la tormenta vuelva a desatar su furia. Los datos recopilados durante el vuelo revelaron una presión central de 900 hectopascales, colocándolo entre los huracanes más intensos del siglo. Este video no solo documenta un evento extremo, sino que también proporciona información crucial para mejorar los pronósticos meteorológicos y salvar vidas. Jamaica ha sido el primer país en declarar estado de emergencia y ordenar evacuaciones en las zonas costeras del sur. Las marejadas han superado los cuatro metros y las lluvias acumuladas han alcanzado casi 700 milímetros, provocando deslizamientos de tierra y cortes de energía. En Haití y República Dominicana, las bandas externas del huracán ya han causado daños significativos en infraestructuras y cultivos. Cuba y las Bahamas se preparan para recibir el impacto más severo, con alertas de marejada ciclónica y vientos devastadores. Los expertos advierten que los efectos de Melissa podrían prolongarse, con semanas de lluvias residuales y brotes de enfermedades debido a la falta de agua potable. El video del ojo del huracán se ha convertido en un símbolo de esta catástrofe climática, mostrando la dualidad de la naturaleza: belleza y destrucción. El huracán Melissa es una manifestación del cambio climático, que amplifica fenómenos extremos y desafía la capacidad de los países caribeños para resistirlos.