En un giro alarmante, millones de estadounidenses podrían perder el acceso a un programa vital de asistencia alimentaria en las próximas semanas. Esto se debe al cierre parcial del Gobierno federal, que comenzó el 1 de octubre. El Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) ha anunciado que no tiene los fondos necesarios para pagar 8.000 millones de dólares en beneficios de cupones de alimentos para noviembre. La situación ha generado preocupación entre legisladores y defensores de los derechos de los beneficiarios. A pesar de que el USDA cuenta con un fondo de contingencia de aproximadamente 6.000 millones de dólares, la agencia sostiene que no puede utilizarlo para cubrir los beneficios del próximo mes. Sin embargo, algunos legisladores demócratas argumentan que el USDA debería, o incluso está obligado a, recurrir a esos fondos. Ed Bolen, director de Estrategias Estatales del SNAP en el Centro de Prioridades Presupuestarias y Políticas, advirtió sobre las graves consecuencias que enfrentan los beneficiarios. “Van a enfrentar una enorme disminución en su capacidad para llevar comida a la mesa”, afirmó. Sin el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP), muchos tendrán que decidir entre comprar alimentos, pagar el alquiler, surtir recetas o encender la calefacción. Los cupones de alimentos para noviembre no se emitirán. El impacto variará según el estado, ya que los beneficios se distribuyen de manera continua durante el mes. Algunos beneficiarios dejarán de recibir sus pagos tan pronto como el 1 de noviembre, mientras que otros no lo notarán hasta más adelante. Casi 42 millones de personas, aproximadamente 1 de cada 8 estadounidenses, recibieron cupones de alimentos en mayo, según datos del USDA. De estos, alrededor del 42% son niños, el 26% son personas mayores o con discapacidad, y el 20% son padres. Los hogares reciben, en promedio, unos 350 dólares al mes en beneficios del SNAP. Los estados no tienen suficiente dinero para cubrir los 8.000 millones de dólares en beneficios mensuales, aunque algunos han anunciado que reforzarán sus programas de asistencia alimentaria. Además, el USDA ha indicado que no reembolsará a los estados si intentan cubrir temporalmente el costo de los beneficios. La falta de alternativas efectivas a los cupones de alimentos plantea un desafío significativo para las familias que dependen de esta asistencia. Sin el apoyo del SNAP, muchas se verán obligadas a buscar otras formas de obtener alimentos, lo que podría agravar la crisis alimentaria en el país.