En 1925, el primer Rolls-Royce Phantom marcó un antes y un después en la historia del automóvil. Era silencioso, poderoso y diseñado para quienes veían el lujo no como un accesorio, sino como una forma de vida. Cien años después, ese mismo espíritu sigue vivo en la Colección Privada Centenary, una edición conmemorativa del Phantom VIII que celebra un siglo de excelencia.
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Cada unidad del Phantom Centenary es una obra de arte en movimiento, un homenaje al legado británico de la marca. Rolls-Royce lo define como “una sinfonía de materiales nobles, diseño atemporal y precisión artesanal”. Su producción ha requerido más de 40,000 horas de trabajo manual , realizadas por los artesanos más experimentados de la sede de Good

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