Nadie en el estudio respiró. Ni siquiera los cámaras se movieron.

Lo que parecía una broma entre colegas se convirtió en un momento de tensión silenciosa: la conductora, acostumbrada a juzgar, a corregir, a mantener el control, se dejó llevar. Y ahí, en pleno centro de Las Estrellas Bailan en Hoy , entre risas forzadas y miradas de incredulidad, se rompió la cuarta pared del reality. No fue un error. Fue una declaración.

Detrás de ellos, Briggitte Bozzo seguía moviendo las caderas con una precisión que parecía calculada en milisegundos, mientras el ritmo de Candy Perreo se clavaba en los huesos del público. Los jueces no supieron qué hacer: Andrea Legarreta otorgó un 10 —una rareza—, Ema Pulido se quedó en 7, y Latin Lover guardó su voto como quien esconde una carta e

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