La situación en el Athletic Club empieza a rozar lo alarmante. Ernesto Valverde vive uno de los momentos más complejos de su tercera etapa en el banquillo de San Mamés: las lesiones se acumulan, el equipo se desploma físicamente en las segundas partes y los resultados en LaLiga han empezado a deteriorarse. En Bilbao no solo preocupa la falta de victorias, sino el origen de una plaga que está condicionando toda la temporada.

El Txingurri, que suele manejar los conflictos internos con discreción, ha dejado entrever un malestar que no es menor. Tras la derrota ante el Getafe , el técnico deslizó un mensaje claro: “La Champions genera mucha ilusión, pero esa no es nuestra competición”. Detrás de esa frase, cargada de intención, se esconde una crítica directa al nivel de exigencia y a

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