Llevo un mes utilizando el iPhone 17 Pro Max como mi teléfono principal. Tras este tiempo tengo la sensación de que, efectivamente, hay algo que hace albergar cierta esperanza en este dispositivo. Por eso, tras 30 días con él en el bolsillo es el momento de hacer balance sobre aquello que más me ha llamado la atención del nuevo tope de gama de Cupertino.
El Max esta vez es más
Durante los dos últimos años había preferido el modelo “Pro” estándar, más manejable y con prácticamente las mismas prestaciones. Pero esta vez decidí volver al tamaño grande. Tras un mes de uso diario, el iPhone 17 Pro Max me ha hecho reconciliarme con el formato. No tengo la sensación de estar ante un teléfono incómodo. Al contrario, su peso está mejor repartido y los bordes más redondeados lo hacen mucho más cómodo de sujetar.
Sí, diseño que sienta bien en la mano
Apple ha afinado el diseño lo justo para que el tamaño Max no te desborde. Es más amable con los dedos, menos anguloso, y transmite solidez sin resultar agresivo. Lo curioso es que, pese a ser más grande, me resulta más fácil de manejar que el iPhone 14 Pro Max que tuve hace tres años. El equilibrio entre dimensiones y agarre es, sencillamente, el mejor que ha logrado Apple en mucho tiempo.
Además, con el paso de los años, se agradece contar con una pantalla más grande. Leer mensajes, escribir o revisar fotos sin forzar la vista es un alivio. El formato Max no solo es cuestión de tamaño, también de comodidad visual. Cuando ya pasas mucho tiempo delante de pantallas, una diagonal amplia se convierte en una ventaja real.
El color Orange Cosmic aguanta como nuevo
Como a muchos, el color Orange Cosmic ha sido el que me ha atrapado. Durante este mes lo he usado sin funda desde el primer día. Lo sorprendente es que sigue impecable sin arañazos, ni marcas, ni decoloración . Lo llevo siempre en el bolsillo, y además de ese brillo metálico original puedo percibir que es resistente. Da la sensación de que Apple ha dado con un tratamiento realmente a prueba de todo, y eso anima a disfrutar el diseño tal cual, sin cubrirlo con una carcasa.

Las cámaras invitan a salir a hacer fotos
El apartado fotográfico sigue siendo un placer. La cámara principal mantiene la naturalidad que caracteriza a Apple, pero la frontal ha dado un salto muy evidente dando selfies más definidos, colores reales y un modo retrato que por fin resulta útil incluso con poca luz. El vídeo, directamente, es espectacular. Grabaciones en 4K que mantienen detalle, estabilidad y un rango dinámico impresionante. También el zoom ofrece mejores resultados, siendo más nítido, menos ruido y sin ese efecto acuarela que aún persistía en generaciones anteriores.
La fluidez de siempre con la estabilidad de iOS 26
A nivel de rendimiento, no se aprecian grandes cambios si vienes del iPhone 16 Pro, y eso no es malo. Todo funciona con la suavidad habitual de Apple, desde las animaciones del sistema hasta la multitarea más exigente. iOS 26 aporta esa sensación de control y continuidad, sin picos de temperatura ni caídas de rendimiento.
Adiós al calor, incluso grabando en 4K
Si en el pasado algunos modelos sufrían de sobrecalentamiento, y hablo del iPhone 16 Pro, aquí el problema ha desaparecido. He grabado vídeos largos, editado clips, usado mapas y sesiones de YouTube en el tren sin notar que se caliente. Da igual si estás al sol o cargando mientras usas el móvil:,el iPhone 17 Pro Max se mantiene en un ámbito correcto. Es una de las mejoras más tangibles en la experiencia diaria.
La batería, el cambio silencioso que se nota cada día
No es solo que dure más, sino que transmite tranquilidad. Terminar la jornada con más del 30% de batería ya no es algo excepcional. Aunque no haya una cifra oficial que impresione, la eficiencia del chip A19 Pro y las optimizaciones de iOS 26 hacen que la autonomía se note. No miro el porcentaje con ansiedad como antes, y eso dice mucho.
Una pantalla que lo cambia todo
El panel sigue siendo uno de los más agradecidos del mercado. El brillo máximo en exteriores es muy bueno, los colores mantienen la fidelidad de siempre y ver contenido HDR es una delicia. Es de esos móviles que te invitan a mirar la pantalla incluso sin hacer nada.
Apple ha diseñado un producto maduro
Después de cuatro semanas, la sensación general es que el iPhone 17 Pro Max no sorprende por una gran novedad concreta, sino por la madurez de todo el conjunto. No se calienta, la batería aguanta más, las cámaras son una delicia y el diseño, pese al tamaño, resulta cómodo. Es un iPhone que parece no busca deslumbrar, sino acompañarte con la confianza de que todo va a funcionar bien. Y eso, a estas alturas, y más a mi edad, vale más que cualquier cifra.

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