Las empresas Molinos Agro S.A. (MOA) y Louis Dreyfus Company (LDC) Argentina dieron un paso importante para tomar el control de las operaciones de la cerealera Vicentin, en el marco del proceso de “cramdown” que el juez Fabián Lorenzini abrió en el marco de la deuda por US$1300 millones que la compañía tiene con diferentes acreedores.

Se trata de un mecanismo para que los acreedores u otros actores externos hagan una propuesta para tomar el control de una empresa que se declaró en default.

En este marco, la propuesta de Molinos Agro y LDC compite con la realizada por el Grupo Grassi, que también pretende quedarse con el control de la compañía y además es uno de los principales acreedores.

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