«El gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo…”, fueron las palabras de una periodista de Barquisimeto, pronunciadas en tono principista y proclamático, mientras se aprestaba para realizar la entrevista a Alfredo, a quien habíamos llevado previo acuerdo con el director del Diario para hablar sobre su propuesta de reducir la producción petrolera a lo estrictamente necesario para el desarrollo nacional y así evitar, entre otras cosas, una pavorosa corrupción y alejar la economía del aquel infortunio de la renta proveniente del sobreingreso petrolero en los tiempos de CAP I.

La periodista, en alta voz, y mirando a Maneiro con desdén y, además, detrás de unos Ray Bam gruesos y oscuros, nos encalambró los nervios a las tres personas que lo acompañábamos.

La comunicadora se acercó m

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