La operación policial lanzada el martes en Río de Janeiro, la más letal de la historia de la ciudad brasileña, dejó al menos 132 muertos, entre ellos cuatro agentes, informó este miércoles la Defensoría Pública regional.

Esta institución encargada de ofrecer asistencia legal gratuita divulgó la nueva cifra de fallecidos, después de que residentes de los barrios afectados se lanzaran a buscar a sus familiares desaparecidos y empezaran a juntar decenas de cuerpos en una plaza.

Funcionarios del organismo acompañan desde la madrugada de este miércoles las búsquedas en la favela de la Penha, uno de los focos de la operación, y están presentes en los institutos forenses responsables de la identificación de los cadáveres, según un comunicado.

Al menos 40 cuerpos sin vida fueron encontrados por los habitantes de las favelas de la ciudad y fueron colocados por los vecinos en una plaza del barrio de Penha, según pudo confirmar EFE, que este miércoles acompañó el rescate de algunos de los cadáveres.

Los cadáveres encontrados por los familiares, todos de hombres, quedaron tendidos uno al lado del otro en el suelo de una plaza de la Penha, a la vista de los vecinos, como pudo comprobar EFE.

La operación de rescate, realizada en zonas boscosas en las inmediaciones de las favelas, fue liderada principalmente por mujeres, que estaban a la búsqueda de sus compañeros, hermanos o hijos.

Un integrante de la Policía de Río de Janeiro custodia a dos personas durante un operativo este martes, en Río de Janeiro (Brasil). EFE/ Antonio Lacerda

El Gobierno regional afirmó en un comunicado que los sospechosos fueron abatidos tras “reaccionar” a las acciones de los agentes. El operativo movilizó a unos 2.500 agentes y tenía como objetivo ejecutar 100 órdenes de arresto de miembros del Comando Vermelho, una de las principales bandas de narcotraficantes de Brasil.

Los integrantes de esta organización criminal respondieron este martes bloqueando varias e importantes vías de la zona norte de Río, una región pobre y donde se realizó la operación.

Con vías bloqueadas por autobuses y barreras, las líneas de algunos colectivos modificadas para evitar el paso por lugares con tiroteos, y largas filas en las estaciones del tren metropolitano y del metro, los cariocas tuvieron dificultades para regresar a sus casas al final de la tarde del martes.

RioOnibus, empresa que controla los servicios de transporte en autobús público, informó en un comunicado que al menos 50 vehículos fueron robados y utilizados por los narcotraficantes para bloquear calles y avenidas.

Las universidades, incluyendo la prestigiosa Universidad Federal de Río de Janeiro, y numerosas escuelas públicas y privadas de varios barrios de la ciudad ya habían cerrado sus puertas y enviado a los alumnos de regreso a casa. También se procedió al cierre de centros de salud.

Este miércoles, la ciudad amaneció sin nuevos bloqueos y con una situación normal en el tráfico de vehículos, después de la jornada de caos.