Escanear un código QR para pagar una cuenta o hacer una transferencia se volvió una costumbre cotidiana para millones de colombianos.

Sin embargo, esa misma facilidad está siendo usada por delincuentes para reemplazar los códigos originales por falsos y desviar los pagos o robar datos personales en una modalidad conocida como QR-phishing .

Según un informe del programa de Ingeniería de Sistemas de la Universidad de San Buenaventura, este tipo de operaciones aumentó 85 % en el país, con más de 300 millones de transacciones anuales. A la par, los robos digitales crecieron 43,5 %, lo que mantiene en alerta al sistema financiero.

El fenómeno se ha intensificado desde la entrada en funcionamiento del sistema de pagos inmediatos Bre-B, que ya supera las 70 millones de llaves activas.

Sol

See Full Page