El pasado martes se vivió la que denominan ya como la intervención policial más letal de la historia de Río de Janeiro, que acabó con más de un centenar de muertos, cerca de 90 detenidos y más de 100 armas de fuego incautadas. Fueron 2.500 agentes de las fuerzas de seguridad de Río los que llevaron a cabo la operación 'Contención', que tenía como objetivo frenar y combatir la expansión territorial del Comando Vermelho (Comando Rojo), una de las bandas criminales organizadas más poderosas de Brasil, y, por tanto, detener a sus líderes.

La megaoperación se llevó a cabo en las favelas de Penha y Alemão, uno de los sectores más pobres y violentos de Río, consideradas bases estratégicas para el tráfico de armas y drogas. La respuesta por parte del Comando Vermelho, según citan los medios local

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