Celia Rodríguez , secretaria del área de Organización del PSOE, ha reconocido este miércoles ante el magistrado instructor del caso Koldo que Ferraz ha operado durante años con un sistema de pagos en efectivo carente de controles básicos de trazabilidad.

En su declaración testifical, a cuya transcripción ha tenido acceso OKDIARIO, Rodríguez ha admitido que las facturas que justificaban los gastos carecían de identificación nominal y que ella misma guardaba el dinero en el cajón de su despacho sin mecanismos de custodia formales. «Hay algunos que sí, y otros me los pasaba Koldo y no sabía », ha reconocido al ser preguntada sobre la identificación de las personas que realizaban los gastos.

El testimonio ha revelado una gestión heterodoxa que se mantuvo desde 2017 hasta, al menos, 2024. Rodríguez, empleada del partido desde 1987, ha explicado que su función consistía en rellenar impresos de liquidación de gastos con tickets y facturas que le facilitaban José Luis Ábalos, Koldo García o la ex esposa de este último.

Posteriormente, llevaba estos documentos a Administración para su aprobación y, una vez autorizado el pago, recogía el efectivo y lo distribuía en sobres con el anagrama del PSOE.

El magistrado ha mostrado su perplejidad ante este procedimiento. «¿Entonces qué control se podía hacer sobre esos gastos, en esas condiciones?», ha preguntado el juez. La respuesta de Rodríguez ha sido esclarecedora: «Es como un trabajo sistemático, yo no pensaba esto de quién es, eso otro…».

Pagos en metálico en Ferraz

Uno de los aspectos más controvertidos del testimonio ha sido la duración temporal de este sistema. Rodríguez ha asegurado inicialmente que los pagos en efectivo cesaron «a finales de 2021», coincidiendo aproximadamente con el cese de Ábalos como ministro de Transportes en julio de ese año. Sin embargo, el Ministerio Fiscal le ha confrontado con documentación que acredita 15 liquidaciones en metálico a Santos Cerdán entre 2023 y 2024, por importes superiores a 1.000 y 4.000 euros.

«No las recuerdo», ha respondido la testigo cuando se le han mostrado estas operaciones. Preguntada insistentemente sobre si ha entregado dinero en metálico a Cerdán, entonces jefe en la Secretaría de Organización, Rodríguez ha acabado reconociendo: « Antes sí» . La imprecisión temporal ha sido una constante en su declaración, lo que ha obligado al instructor a reformular las preguntas en múltiples ocasiones.

La secretaria ha descrito un procedimiento donde ella misma ejercía de intermediaria financiera sin formación específica. Recogía el dinero en Administración —ubicada en la primera planta de Ferraz—, lo subía a su despacho en la quinta planta, lo introducía en sobres anotando el nombre del destinatario y la cantidad, y esperaba a que alguien lo recogiera. «Para no tener dinero en efectivo en la mano, yo lo metía en un sobre para reciclar, para que no lo llevemos ahí suelto», ha explicado.

Este dinero permanecía en el cajón de su mesa durante períodos indeterminados. En un mensaje de WhatsApp remitido a Koldo García que consta en el sumario, Rodríguez escribió: «Hola Koldo, al final el jefe se ha ido sin que le diera el money , si vienes mañana mejor, no me gusta tener tanto dinero en el cajón». Preguntada por esta comunicación, la testigo ha explicado que se refería a una liquidación de Ábalos que no había podido entregarle personalmente.

El procedimiento presentaba una peculiaridad que ha llamado especialmente la atención del magistrado: el dinero no lo recogía necesariamente quien había solicitado el reembolso. Podía acudir el propio interesado, Koldo García, Patricia (la esposa de este), un mensajero anónimo o incluso dejarse el sobre en la recepción de Ferraz para su retirada posterior. «Si yo llamaba a Koldo, o venía Koldo, o llamaba a alguien, o mandaba a un mensajero», ha relatado Rodríguez.

El papel de Koldo García ha centrado buena parte del interrogatorio. Según la testigo , el asesor no presentaba liquidaciones a título personal, sino que aglutinaba gastos de diversos miembros de la Secretaría de Organización bajo epígrafes genéricos. « Koldo no presentaba liquidaciones suyas », ha asegurado, añadiendo que los contabilizaba «a nombre de la Secretaría».

Esta práctica ha generado serias dudas sobre la trazabilidad de los fondos. La UCO de la Guardia Civil señala en su informe que el PSOE no ha declarado ningún pago nominal a Koldo García desde el 24 de julio de 2019 , pese a que existen mensajes posteriores donde Rodríguez le comunica que tiene dinero preparado para él.

Confrontada con esta información, la secretaria ha admitido que es posible que las liquidaciones de García se registraran « con cargo a gastos de la Secretaría», lo que explicaría la ausencia de su nombre en los registros contables.

«Si a mí me lo ha entregado Koldo, yo se lo paso a él. Y él supongo que lo distribuirá», ha declarado Rodríguez, evidenciando que desconocía el destino final de cantidades que ella misma entregaba. En las facturas genéricas de la Secretaría no figuraban los nombres de quienes habían realizado los gastos, solo referencias imprecisas a « viajes » o conceptos similares.

Gastos de representación

Otro elemento revelador ha sido la catalogación automática de los gastos. Rodríguez ha explicado que seguía una instrucción general que le dieron al incorporarse: los gastos de miembros de la Ejecutiva como Ábalos se anotaban siempre como « gastos de representación », independientemente de su naturaleza real. «Cuando son de tal persona, son gastos de representación, y cuando son del resto del equipo…», ha relatado, sin completar la frase.

Esta clasificación respondía exclusivamente a la posición orgánica del solicitante, no al tipo de gasto efectuado. Un sistema que podría plantear problemas de transparencia contable y fiscal.

La testigo ha negado categóricamente haber entregado billetes de 500 euros y ha descartado que Koldo García o su esposa le llevaran dinero en alguna ocasión. También ha rechazado haber enviado a mensajeros con dinero a domicilios particulares, incluida la casa del ministro. « Nunca », ha respondido tajantemente a esta cuestión.

Rodríguez ha reconocido no haber recibido formación específica en cumplimiento normativo, limitándose a leer «lo que me interesa para mi funcionamiento» de la documentación que le han facilitado. Esta carencia formativa explicaría la ligereza con que ha gestionado cantidades económicas sin los controles habituales en cualquier organización moderna.