Este sábado por la tarde pasado, la Basílica de San Pedro fue escenario de un evento litúrgico que marca un giro en la política eclesiástica del Vaticano: la celebración de la misa tridentina, autorizada nuevamente por el Papa León XIV. El encargado de oficiarla fue el cardenal estadounidense Raymond Burke, figura emblemática del ala conservadora y férreo opositor al fallecido Papa Francisco.

La misa tridentina, también conocida como misa de San Pío V, fue instaurada en 1570 tras el Concilio de Trento. Se caracteriza por su celebración en latín, con el sacerdote de espaldas a los fieles y oraciones en voz baja. Este rito fue reemplazado oficialmente en 1969 por el Papa Pablo VI, quien introdujo el actual formato de misa ecuménico y en lenguas vernáculas.

Durante el papado de Francisco, l

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