En los últimos años, las duchas a oscuras se han convertido en una práctica bastante popular y beneficiosa para la salud de las personas, debido a que reducir la estimulación visual permite que el sistema nervioso se calme.

Además, es considerada una alternativa sencilla y rápida para aquellos que buscan un descanso más reparador y una transición menos abrupta entre el día y la noche.

De acuerdo con una publicación en la revista ‘Real Simple’, este ritual nocturno ayuda a disminuir el estrés, aliviar las tensiones musculares acumuladas y regular la tranquilidad corporal y mental.

Conforme a ello, Nidhi Pandya, practicante ayurvédica avanzada, explicó que atenuar las luces o apagarlas por completo durante los baños crea un entorno sensorial más suave que le indica al cuerpo y la mente qu

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