Media hora le duró el sueño al Sant Jordi ante un Osasuna que se tomó muy en serio la eliminatoria y que impuso desde el principio la enorme diferencia de categorías que había entre ambos. Incluso así los mallorquines aguantaron en pie durante 34 minutos y los navarros necesitaron un penalti para adelantarse en el marcador. A falta de dos minutos para llegar al descanso Raúl García marcó el 0-2 y a partir de ahí el encuentro dejó de tener historia.

Osasuna no dudó en emplear a varios titulares, como Herrando, Cruz, Iker Muñoz, Kike Barja o Raúl García, que salieron en el once inicial. Luego intervendrían incluso Lucas Torró y Budimir , lo que habla bien a las claras de la forma en la que se tomó el choque el entrenador italiano Alessio Lisci .

El Sant Jordi lo dejó todo en el campo y mantuvo a raya a Osasuna hasta más allá del minuto 30, pero el 0-2 al descanso acabó con sus expectativas y se tomó la segunda parte con el objetivo de no encajar una goleada.

El propio Raúl García completó su hat-trick a los 62 minutos, mientras que en los siete últimos minutos de partido llegaron los dos últimos goles navarros , a cargo de Budimir y Kike Barja para acabar completando el 0-5 definitivo con el que acabó el choque.

Noche histórica para el Sant Jordi a pesar del hándicap de no haber podido utilizar su terreno de juego y haber tenido que aceptar el «exilio» de Son Malferit por exigencias de la Federación Españoala.