El tratamiento experimental, elaborado con células en el hospital público de La Paz, logra una supervivencia preliminar del 70% en pacientes que no tenían ninguna opción para seguir viviendo

Un nuevo medicamento viviente , compuesto por células que cabrían en una cuchara y fabricado en un hospital público de Madrid, ha salvado por el momento la vida de ocho jóvenes con una forma muy agresiva del cáncer infantil más común, la leucemia linfoblástica aguda de tipo B. Los pacientes, todos menores de 24 años, estaban desahuciados, tras múltiples recaídas y el fallo en cadena de todas las terapias habituales. El sofisticado tratamiento experimental consiste en extraer una muestra de células defensivas, rediseñarlas en el laboratorio para multiplicar su capacidad de destruir a las células ca

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