La Plaza de Colón, por su ubicación estratégica, tan cercana a la zona histórica de Salamanca, es un lugar de paso habitual para salmantinos y turistas. Por todo ello, podría ser un entorno de descanso idóneo, de no ser por lo descuidado que se encuentra el lugar, donde estos días es difícil encontrar un banco sin suciedad donde hacer una pausa.

La gran mayoría de los que se encuentran en la zona interior están cubiertos de lo que parecen excrementos de aves y otros restos orgánicos, mientras que el banco corrido, también de piedra, que rodea parte del recinto tiene amplias zonas ocupadas por vegetación, lo que también imposibilita su uso.

A ello se suma el mal estado del césped, con varias zonas ‘peladas’, y la enorme cantidad de deyecciones de pájaros que cubren con múltiples m

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