En 2025, Estados Unidos alcanzó una cifra histórica: 353,203 deportaciones, el número más alto en los últimos 20 años. Pero detrás de ese récord hay una realidad inquietante: el 98% de las personas expulsadas no tiene antecedentes criminales. No estamos ante un avance en seguridad pública, sino frente a una estrategia de control poblacional que confunde la irregularidad migratoria con la criminalidad.

Las cifras hablan por sí solas: seis de cada diez casos en cortes migratorias terminan con orden de deportación. Apenas un 12% obtiene algún alivio migratorio como el asilo o la cancelación de deportación. Y lo más alarmante: solo uno de cada cuatro inmigrantes cuenta con defensa legal.

La administración actual ha apostado por la llamada “deportación acelerada”, un proceso que se decide en

See Full Page