La costosa corrección de rumbo en la filial Porsche le dio un duro golpe a Volkswagen en el tercer trimestre, provocando una pérdida operativa de 1,300 millones de euros (1,500 millones de dólares) y acumulando miles de millones más en costes, además de la presión de los aranceles estadounidenses.

Volkswagen registró cargos por valor de 4,700 millones de euros debido al cambio de estrategia de Porsche respecto a los vehículos eléctricos, anunciado en septiembre, mientras que se espera que los aranceles a las importaciones estadounidenses y la consiguiente disminución de las ventas le cuesten al mayor fabricante de automóviles de Europa hasta 5,000 millones de euros este año, según informó la compañía este jueves.

El impacto arancelario aumenta considerablemente la presión sobre Oliver Bl

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