Por estas horas hago zapping en la tele y hay partidos por doquier. Muchos-muchos-muchos partidos que hasta agobian. Paro un rato en cada uno de ellos: no me logran seducir. Tantos partidos y tantas tácticas, tantos soldaditos, tantos buenos futbolistas atados a un esquema. No rompen el molde. Soldados a la orden de la estrategia del entrenador. Pero hay buenas jugadas. Juegan bien. Juegan muy bien. Pero no sorprenden. No me sorprenden. Entonces sigo haciendo zapping con ansias de encontrar algún rebelde con la pelota...

Por estas horas tengo nostalgia por aquellos tiempos en que la vida era más simple y uno disfrutaba del placer de ver jugar a Diego Armando Maradona.

No había partidos a cada rato. Lo esperábamos a él. Y él, con la pelota en esa zurda maravillosa nos daba aire para segu

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