Faltó tiempo. Ni pudieron festejar los oficialistas el triunfo de hace 72 horas. Hoy se abre la Casa Rosada para negociar con los gobernadores, unos victoriosos, otros fallidos. Así vive Javier Milei : una exhalación tras otra, cambiando la agenda política en una vorágine implacable, luego de teñir de violeta gran parte del mapa argentino. Parte de su estilo, aunque ahora promete otro perfil: dicen que le dijo a su ministra Sandra Pettovello o a su vocero favorito que se había dado un baño de humildad después de ganar. Se bajó del pedestal. Rarísimo el Presidente; siempre ocurre al revés: los perdedores son quienes admiten errores, se vuelven introspectivos con el pasado. Justo cuando logra acercarse a la coronación, elimina el tocado y se viste de ciudadano común.

Lo cierto e

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