Un gran número de familiares, en su mayoría mujeres, se congregó frente a la morgue judicial de Río de Janeiro , donde se encuentran los cuerpos de los más de 130 muertos tras la masacre ordenada por Cláudio Castro, el gobernador bolsonarista que desató una guerra narco valiéndose de la Policía Civil de esa ciudad.

Tras lo ocurrido, persiste la tensión en Brasil y las familias de los fallecidos se acercan a ese lugar para reconocer los cuerpos. Por supuesto, entre ellos reina la desazón y tristeza, dado que aseguran que "no todos los asesinados por las fuerzas de seguridad eran delincuentes" o parte del Comando Vermelho , una de las organizaciones criminales más peligrosas del país vecino.

En este sentido, Adrián Salonia y las cámaras de C5N pudieron captar el llanto desgarrador

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