Por Luis Castelli (*)

Pasados unos días desde las elecciones, la distancia ayuda a mirar con menos ruido y más contexto. Lo que vimos no fue un accidente estadístico ni una ola de último minuto: fue la confirmación de una tendencia que se venía construyendo desde 2023 y que desembocó en un reordenamiento político de magnitud. La Libertad Avanza se impuso en territorios históricamente dominados por oficialismos provinciales muy consolidados hasta el domingo y expuso el agotamiento de liderazgos que parecían inamovibles. Bastiones como la Misiones de Rovira o la Córdoba de Schiaretti han cambiado de signo político y este es un dato que no se explica sino pensamos en una transformación del clima de época.

En estudios previos que indagaban por la motivación del voto, alrededor del 70% de l

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