Los reclamos comenzaron el año pasado, cuando la llave madre del edificio se rompió por primera vez. El problema, según los vecinos, es que la pieza está ubicada dentro del patio de una mujer que “se apropió del espacio común” y no deja ingresar a nadie, ni siquiera a los operarios de SerBa. “Nos dicen que lo resolvamos entre nosotros, pero el agua se pierde todos los días y arriba no sale ni una gota”, se quejó Vicky, una de las damnificadas.

El servicio se cortó definitivamente hace varias semanas. Desde entonces, los departamentos de planta alta —más de seis según los vecinos— permanecen sin agua corriente, mientras el resto del complejo observa cómo se desperdicia el líquido que se fuga por la rotura. “Ya vino gente de SerBa, hicieron un arreglo precario y se volvió a romper. Ahora ha

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