Leticia Castañeda tiene tres años trabajando en el Panteón San José de la alcaldía Iztacalco, llegó ahí porque su papá la invitó a trabajar. Al principio le daba miedo, pero ahora se ha convertido en un lugar que le da paz.

A pesar de ser un trabajo complicado, por la cantidad de sentimientos que se mueven en el panteón, Leticia cuenta que ellos como trabajadores deben ser fuertes y mantener la calma para poder brindarle un buen servicio a quien requiere asistencia.

Debemos darle seguridad a los familiares, no nos puede afectar, debemos estar fuerte para poderlos apoyar, dice Leticia sobre lo que se siente al ser parte del equipo que sepulta a las personas.

Un llamado a disfrutar la vida

El padre de Leticia falleció hace unos meses y está sepultado ahí mismo, en si sitio de trab

See Full Page