Familiares de las víctimas del operativo policial contra el Comando Vermelho en Río de Janeiro ocuparon los alrededores de la morgue local, intentando identificar los cuerpos tras la redada que dejó al menos 121 muertos , incluidos cuatro agentes de policía.

La intervención comenzó el martes y derivó en la mayor cantidad de decesos registrados durante una acción de seguridad en Brasil.

La policía realizó incursiones en favelas del norte de la ciudad con el objetivo de desmantelar estructuras del Comando Vermelho, la principal facción vinculada al narcotráfico. Tras los enfrentamientos, habitantes de las zonas afectadas relataron que muchos cadáveres fueron hallados por residentes en áreas boscosas y luego trasladados hasta el Instituto Médico Legal por sus propias familias.

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