Sucesos.- El 15 de julio de 2008, César Augusto De Caro Marino salió temprano de su apartamento en la urbanización Altamira rumbo a su oficina en Santa Lucía, estado Miranda. Nunca llegó.

Ese mismo día, sin haber pasado ni cuatro horas de su desaparición, ya se hablaba de un “secuestro”. La primera denuncia fue redactada y canalizada por el propio Mario Villarroel Lander, abogado de renombre, quien —según su hermana Milagro Elfrida De Caro Ortiz— asumió el control total del caso, desde la narrativa pública hasta la administración de los bienes del desaparecido, reseña una investigación de Noticiero Digital .

Una cuenta millonaria bajo sospecha

Un documento consignado ante la Fiscalía 64 del Área Metropolitana de Caracas revela que Villarroel tenía acceso desde años antes a una c

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