El hacinamiento familiar en viviendas avanza y se cronifica. Es la voz de alarma, más allá de números y estadísticas, que lanza Cáritas en La Rioja. El pasado ejercicio, la organización registró trescientas unidades familiares obligadas a residir en una habitación con derecho a cocina. En lo que va de 2025 «ya se ha superado esa cifra» a falta aún de dos meses para que cierre sus puertas el presente año. José Andrés Pérez, director de Cáritas en La Rioja, observa que situaciones de estas características «vienen incrementándose a lo largo de los últimos años y además se están cronificando».

Evidentemente hay casos de personas solas que por cuestiones económicas deben optar a alquilar una habitación «pero también hay muchas familias con hijos» obligadas a inclinarse por esta opción.

Son la

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