Corría el minuto 12 del duelo entre Lanús y Universidad de Chile, por la semifinal de vuelta de la Copa Sudamericana. El equipo dirigido por Gustavo Álvarez jugaba instalado en campo rival en el estadio Ciudad de Lanús, hasta que vino un contragolpe que pudo cambiar todo.

Marcelino Moreno picó a las espaldas de los centrales luego de un pelotazo y se fue solo contra Gabriel Castellón. Al llegar al área, definió con maestría para la apertura de la cuenta que hizo estallar el recinto.

Mientras el delantero recibía el abrazo de sus compañeros, el juez venezolano Alexis Herrera se llevaba la mano al oído para escuchar. La acción estaba siendo revisada.

Luego de un minuto, rodeado de los futbolistas argentinos y chilenos, el árbitro informó a todos los asistentes que el tanto no valía por fu

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