Por DEREK GATOPOULOS y VOLODYMYR YURCHUK

KIEV, Ucrania (AP) — En un sitio secreto en la zona rural de Ucrania, columnas de drones de ataque se ensamblan por la noche y casi en total silencio para atacar en lo profundo de Rusia.

Sus objetivos son estratégicos: refinerías de petróleo, depósitos de combustible y centros logísticos militares. Desde el verano, la campaña de drones de largo alcance de Ucrania se intensificó drásticamente, afectando la infraestructura energética de toda Rusia y poniendo a prueba las defensas aéreas de Moscú.

Construidos con piezas fabricadas en una red dispersa de talleres, estos drones ahora vuelan mucho más lejos que en cualquier otro momento de la guerra.

Agentes con chalecos antibalas se mueven con rápida precisión; las linternas brillan en rojo para mant

See Full Page