Abrocharse el cinturón de seguridad es un acto reflejo para la mayoría. Sin embargo, para miles de pacientes oncológicas —especialmente tras una mastectomía , una reconstrucción mamaria o durante tratamientos oncológicos que alteran la sensibilidad de la piel—, este simple gesto puede convertirse en una fuente de dolor , ansiedad e incluso miedo .

El impacto físico y emocional del cinturón en pacientes oncológicas

Pilar Ros, paciente de cáncer de mama metastásico y miembro de la Asociación Española de Cáncer de Mama Metastásico (AECMM) , relata que muchas mujeres experimentan una fuerte presión o hipersensibilidad en la zona del tórax y el hombro intervenido . Esto convierte cada trayecto en coche en un recordatorio físico y emocional de la enfermedad.

Estas molestias se agravan con neuropatías derivadas de la quimioterapia o la radioterapia , cuyos efectos pueden prolongarse durante años. Pero, como explica Ros, el dolor no es solo físico:

“Hay gestos que recuerdan que ya no eres la misma. Y duele no solo el cuerpo, sino lo que representa”.

El miedo al dolor, un riesgo para la seguridad vial

Ante la incomodidad y el temor, algunas pacientes ajustan mal el cinturón o evitan usarlo, poniendo en riesgo su seguridad . En los grupos de apoyo de la AECMM, muchas mujeres reconocen haber reducido desplazamientos o depender de otros para conducir con comodidad.

Ford SupportBelt™, una solución pensada para las pacientes

En respuesta a esta necesidad, Ford ha desarrollado el Ford SupportBelt™ , un accesorio de espuma suave con forma cóncava que se adapta al cinturón de seguridad, aliviando la presión sobre el pecho .

Desde la AECMM, destacan que su valor va más allá de lo técnico: también es una herramienta de autonomía y empoderamiento .

“Cuando el miedo al dolor desaparece, recuperas libertad”, subraya Ros.

Recuperar la libertad de conducir sin dolor

Más allá del confort físico, esta innovación representa un avance en bienestar emocional . Volver a conducir sin dolor marca un antes y un después para muchas pacientes con cáncer de mama avanzado .

“No pedimos privilegios. Solo poder hacer lo mismo que los demás… sin dolor”, afirma Ros.

Para la AECMM , proyectos como SupportBelt™ demuestran que escuchar la voz del paciente puede transformar la vida cotidiana: no solo protegen, también dignifican .