Mientras que en gran parte de América Latina el 31 de octubre se conmemora como una fecha de disfraces, dulces y fiestas temáticas, un número significativo de naciones alrededor del mundo ha optado por prohibir, desincentivar o imponer severas restricciones a la celebración de Halloween.
Los motivos detrás de estos vetos son variados, abarcando desde la estricta observancia religiosa hasta la protección de la identidad cultural y la seguridad pública. Esta festividad de raíces celtas, popularizada por la cultura estadounidense, se convierte en un punto de fricción cultural y político en varios rincones del planeta.
El grupo más prominente de países que rechazan Halloween lo hace por motivos religiosos y culturales, principalmente en naciones de mayoría musulmana, donde la festividad es v

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