El miedo recorrió las calles de Palma cuando un hombre, fuera de control, amenazó con «matar a todas las personas que encontrase por la calle, en la universidad y en las discotecas». El individuo, que envió correos electrónicos a la propia Policía Nacional y a un Juzgado de Palma , desató una auténtica alarma social con sus mensajes aterradores.

Ante el posible riesgo de un ataque indiscriminado, la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana de las Islas Baleares activó un amplio dispositivo policial. Patrullas y agentes de investigación se desplegaron de inmediato por las zonas más concurridas de la ciudad, intentando evitar una tragedia.

Mientras tanto, la Brigada Provincial de Información comenzó una intensa investigación para dar con el autor de los correos. Tras varias pesquisas, los agentes lograron identificarlo y confirmar que, por suerte, se trataba de una falsa amenaza .

Sin embargo, la tensión volvió a dispararse días después, cuando un nuevo mensaje con el inquietante texto «WE CONTINUE KILLING» («Seguimos matando») llegó a diversas instituciones nacionales y extranjeras.
La amenaza, reiterada y más escalofriante, hizo temer lo peor.

Finalmente, los investigadores reunieron pruebas suficientes y procedieron a detener al presunto autor, acusado de un delito de desórdenes públicos.
El caso ha dejado en shock a Palma y ha vuelto a poner sobre la mesa la gravedad de las amenazas en la red y su impacto en la seguridad ciudadana.