En el corazón de un tranquilo barrio de Albacete , cuando las farolas comienzan a encenderse y los escaparates de los comercios se llenan de calabazas, hay una casa que atrapa cada mirada año tras año en Halloween. Detrás de ella, Ana Piquero la dueña de la vivienda, se transforma, al igual que lo hace cada rincón de su hogar con motivo de esta festividad.

Una mezcla entre fantasía, imaginación y terror, (con mucho trabajo detrás), que deja patente que para esta familia de Albacete Halloween no es solo una noche más, sino que es una tradición que se vive con pasión, ganas y con alma de artistas, porque para llevar a cabo semejante cambio drástico en casa, hay que tener cierto talento.

Desde hace años, los amigos de esta vecina de Albacete tienen marcado en rojo el 31 de octubre en el c

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