El debate sobre la viabilidad de construir gigantescos centros de datos en órbita llevaba meses calentándose. Es la nueva gran idea de Silicon Valley para solucionar el insaciable apetito energético de la inteligencia artificial. Hasta que, como de costumbre, Elon Musk ha entrado en la conversación con la sutileza de un martillo.

Elon Musk se ha unido al chat. Tras semanas de debate sobre la viabilidad de construir servidores en el espacio, Eric Berger, editor de Ars Technica, argumentaba que acabará siendo una opción más plausible cuando exista la tecnología para ensamblar satélites en órbita de forma autónoma. Fue el momento elegido por Elon Musk para entrar en la conversación.

"Bastará con escalar los satélites Starlink V3, que tienen enlaces láser de alta velocidad", escribió el

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