EE.UU. necesitará construir cientos de nuevos aviones de combate en los próximos años para alcanzar la meta establecida por el presidente Donald Trump y cumplir los objetivos de defensa que fijó su Administración, refiere un reporte del sitio especializado Breaking Defense, que cita un plan oficial no clasificado.

La iniciativa, bautizada como Guía Estratégica de Defensa Nacional Interina de Trump (INDSG, por sus siglas) y que fue presentada ante el Congreso estadounidense este mes, estipula que la Fuerza Aérea de EE.UU. debe desplegar 1.558 cazas para satisfacer sus obligaciones globales, una cifra que supera en casi 300 unidades los 1.271 aviones de guerra que, según sus estimaciones, estarán en servicio el próximo año.

Dificultades a la vista

La Fuerza Aérea debe tener operativos 1.369 aviones de guerra a inicios de 2030, pero el objetivo podría verse comprometido por la insuficiencia de fondos, la capacidad de las instalaciones y las necesidades de modernización.

En particular, el informe pone énfasis en los aviones F-15EX y F-35A, claves para alcanzar la meta de producción. Así, Boeing podría producir hasta 24 F-15EX al año en 2027 , aunque la cifra podría aumentar a 36 si se otorgan "recursos adicionales para instalaciones", al tiempo que Lockheed Martin estaría en condiciones de ofrecer hasta unas 100 unidades de F-35A en 2030 . 

Al igual que con los F-15EX, alcanzar los niveles necesarios de producción de cazas F-35 precisa ampliar las instalaciones existentes, aumentar el financiamiento y resolver la escasez de 'hardware' y 'software' indispensables para actualizar estos modelos.

A ello se suma que los retrasos en la producción, los problemas de mantenimiento y el retiro de aviones antiguos, como los A-10 y algunas unidades F-22, podrían comprometer los aumentos proyectados. Los cálculos actuales cifran el déficit anual del mantenimiento en 400 millones de dólares y, en adenda, los programas destinados a la modernización de la flota, como el F-47, un caza de sexta generación, abonarían todavía más los retrasos en el plan de Trump.