Javier A. Cervantes / Grupo Cantón

Pueblos mineros, haciendas, hospitales y cines que alguna vez fueron símbolo de progreso, hoy permanecen vacíos, cubiertos por el polvo y la vegetación.

Cancún.- México está lleno de lugares donde el tiempo parece haberse detenido.

Pueblos mineros, haciendas, hospitales y cines que alguna vez fueron símbolo de progreso, hoy permanecen vacíos, cubiertos por el polvo y la vegetación.

Cada rincón abandonado cuenta una historia: de esplendor, tragedia o simple olvido.

Entre los pueblos fantasma más conocidos destaca Real de Catorce, en San Luis Potosí, un antiguo centro minero fundado en el siglo XVIII que colapsó tras la caída del precio de la plata. Su arquitectura colonial y su aire místico lo han convertido en un destino turístico y cinematográfico.

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