Chantille Manuel ha dedicado los últimos cinco años a transformar su vida.

Esta residente de Florida logró recuperarse de su adicción, perdió más de 64 kilos y emprendió su propio negocio: un salón de belleza.

A pesar de todos estos logros, Manuel ha tenido dificultades para alimentar a su familia y depende de la asistencia social, tanto de iglesias locales como del gobierno estadounidense, para subsistir.

“No quiero depender de nadie, quiero ser autosuficiente”, afirma.

Ella es una de los más de 40 millones de estadounidenses que podrían quedarse sin asistencia alimentaria esencial después del sábado, debido al cierre parcial del gobierno por la incapacidad del Congreso para llegar a un acuerdo sobre nueva financiación.

El Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP, por s

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