La carrera por la ultra alta definición , esa obsesión por acumular píxeles con cifras cada vez más mareantes como 4K y 8K, podría ser un gasto completamente innecesario para la mayoría.

La limitación no se encuentra en los aparatos, sino en nuestra propia biología . Un estudio reciente revela una verdad incómoda para los departamentos de marketing: en un salón de dimensiones corrientes, el ojo humano es sencillamente incapaz de apreciar la diferencia que prometen estas resoluciones superiores frente a un panel 2K.

Calcular si merece la pena la inversión

La investigación, fruto de una colaboración entre la Universidad de Cambridge y la compañía Meta, se ha centrado en ponerle cifras a esta barrera biológica. El resultado es que el límite de la visión humana es bastante más elevado

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