Una vez pase en Venezuela lo que sea que está entre el tintero, el regreso de la doctrina Monroe versión Trump, se extenderá a Colombia, Nicaragua y Cuba

Se puede estar en desacuerdo con los objetivos o los métodos de Donald Trump. Pero no se puede desconocer que es el primer presidente de Estados Unidos en mucho tiempo, que tiene a América Latina alta en sus prioridades. Tanto se puede decir de Asia, donde estuvo esta semana ; se reunió con sus homólogos para resolver los temas de comercio, aranceles e inversiones con Estados Unidos. Del Medio Oriente, donde negoció la paz en Gaza , que, por frágil que sea, no es menos sorprendente ni significativa. De Europa, donde hace un esfuerzo continuo por que cese el fuego en Ucrania, y discute con sinceridad poco diplomática con Putin y Zele

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