Tras la muerte de su pareja , una mujer acudió ante un para reclamar el reconocimiento como beneficiaria legítima de los derechos laborales del trabajador con quien compartió su vida. En su petición, afirmó ser la concubina del fallecido, aunque no existiera acta ni matrimonio .

Su demanda no se centró en papeles, sino en la convivencia, el amor y el apoyo mutuo que, dijo, los unieron hasta el final. El tribunal enfrentó una pregunta que tocó el núcleo del : ¿puede el amor sin acta generar derechos? Loading…

El caso abrió un debate sobre la naturaleza de los vínculos humanos y los límites del derecho laboral para reconocerlos . La mujer buscó justicia en un marco legal que durante décadas reservó la protección familiar solo a quienes cumplían con requisitos formales.

Su

See Full Page