MEXICALI.-El dilema central de México no se resuelve con elecciones, sino con la gestión: ¿cómo transitar de un movimiento social triunfante (2018) a un proyecto de Estado sostenible capaz de combatir la desigualdad sin sucumbir al autoritarismo, la corrupción o la ineficacia?

Esta urgencia se cristaliza en la crisis de seguridad: la tragedia del magnicidio del alcalde de Uruapan, Carlos Mota, es solo un recordatorio de la fragilidad institucional que permea los territorios. Lo cierto es que, mientras la oposición espera el colapso, el partido gobernante no termina de consolidarse como una fuerza de Estado, llevando a la 4T al riesgo de ser una transformación fallida.

El análisis estructural y no partidista, se enfoca en por qué la Cuarta Transformación no logra consolidarse: ganó con ju

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