La Paz, 2 nov (EFE).- Las mesas o altares para los difuntos armados en la víspera en Bolivia fueron trasladados este domingo de las casas a algunos cementerios y calles para despedir a los ‘ajayus’ o almas que visitaron durante veinticuatro horas a sus seres queridos, según dicta la tradición en el país suramericano.

La creencia de los bolivianos en la celebración de Todos los Santos y el Día de los Difuntos es que las almas llegan a los hogares cada 1 de noviembre a mediodía para visitar a sus familiares y luego son despedidas en medio de rezos el 2 de noviembre.

El recibimiento se hizo en las casas y algunas instituciones públicas donde la gente armó las mesas para los difuntos con las llamadas ‘t’antawawas’, los panes antropomórficos característicos de esta festividad, además de fruta

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