La actividad física puede retrasar hasta siete años la aparición de síntomas de la enfermedad de Alzheimer en personas con riesgo de padecerla, según ha constatado una investigación que recoge este lunes la revista Nature Medicine.

Un equipo de científicos de Australia, Canadá y Estados Unidos ha hecho seguimiento durante 14 años a casi 300 personas con alzhéimer preclínico, que no tenían síntomas de la enfermedad, pero presentaban una elevada acumulación de proteínas Tau y Beta-amiloide en el cerebro, lo que les convertía en pacientes de riesgo.

Los científicos pretendían averiguar si la actividad física, aun siendo moderada, influía en el desarrollo de la enfermedad. Sus resultados han confirmado que sí.

Los adultos mayores que caminan menos de 3.000 pasos al día y tienen niveles elev

See Full Page