Dos terceras partes de la superficie de Teruel son forestales y, de ellas, la mitad son arboladas. Eso ofrece todo un abanico de posibilidades para la realización de actividades turísticas que resultan muy beneficiosas para la salud. Las zonas arboladas tienen un microclima distinto a las del resto del medio natural, tanto por la luz como por la protección que ofrecen las copas entrelazadas, el dosel arbóreo.

El subdirector de Medio Ambiente en la provincia, Alfredo Ferrán, indica que los beneficios de las actividades en el bosque se conocen desde hace décadas y algunos países, como Japón, fueron impulsores de ellas porque reducen la ansiedad, la tendencia a la depresión y mejoran el bienestar general.

Ferrán destaca que la presencia de turistas en el territorio puede ser ventajosa para

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