El desayuno se ha convertido en uno de los temas más discutidos dentro de la nutrición. Hay quienes defienden los clásicos cafés con tostadas y mermelada, mientras otros prefieren comenzar el día con proteínas, verduras o aguacate. Más allá de gustos, lo cierto es que la elección entre un desayuno dulce o salado puede influir en cómo se comporta el metabolismo, los niveles de energía y la sensación de saciedad durante el resto de la mañana . La ciencia ha analizado sus diferencias, y aunque no hay una respuesta universal, sí existen conclusiones claras sobre los efectos de cada tipo de desayuno en el cuerpo.

El dulce: un chispazo de energía

Los desayunos dulces son típicos en países como Italia o Grecia. Tostadas con mermelada, bollería, zumos o cereales azucarados forman parte d

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