Fíjese, chato, que hay pleitos de familia que se ponen… ¿cómo le dijera?… pegajosos. Y este pleito entre México y la Madre Patria, España, ya tiene 500 años. La cosa es que hace poco, con el presidente López Obrador, el asunto se calentó. Él, muy en su papel, agarró y mandó una carta cruzando el charco. Una carta muy propia, con su sello y todo, que decía, en resumidas cuentas: “Oye, primo, ya pasaron cinco siglos, pero fíjate que me acuerdo muy bien de lo que le hiciste a mi tatarabuelo. Así que hazme el favor de pedirme perdón”.

¡Ándele! Como si uno le cobrara al vecino de ahora la gallina que el bisabuelo de él se robó del corral de nuestro bisabuelo.

Y allá en España, pues se hicieron los que no oían. Voltearon para otro lado, chiflaron en la loma. “¿Perdón? ¿Perdón de qué? ¡Si les t

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