El procedimiento reduce la espera y mejora los tiempos de recuperación de los pacientes. La mayoría de los donantes pueden retomar sus actividades habituales tras seis semanas de la intervención

por INFOBAE

Cuando las personas sanas donan uno de sus riñones para trasplante , ofrecen a otros una oportunidad muy importante para empezar de nuevo la vida.

Para quienes necesitan un trasplante, recibir el órgano de un donante vivo puede mejorar de manera significativa la calidad y la expectativa de vida, ya que reduce la necesidad de diálisis o incluso la evita si la operación es temprana. La disponibilidad de un donante vivo acorta los tiempos de espera , permite una mejor compatibilidad en muchos casos y facilita programar el procedimiento en el momento más adecuado para donant

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