En Alcalá de Guadaíra (Sevilla), un grupo de vecinos tuvo que organizarse a contrarreloj para asistir a Antonio, que se desplomó en la calle tras sentir un dolor creciente en el pecho . Según relatan, la ambulancia tardó alrededor de una hora y media en llegar.

Ante la espera, decidieron improvisar una camilla con una manta y trasladarlo en un coche particular hasta el hospital más cercano . Desde Emergencias aseguran que “cumplieron el protocolo”: conocían al enfermo y consideraron que la situación no era grave.

La escena la encabezó Aurora, vecina qu e no dudó en practicarle maniobras básicas para mantenerlo consciente y despejar la vía aérea. Su testimonio es tan sencillo como revelador sobre la importancia de actuar: “He visto mucha televisión y muchas series de médicos. Me pre

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