El pasado sábado 1 de noviembre quedaron expuestas al público, en la Catedral Nuestra Señora del Carmen de Maturín, las reliquias de los dos primeros santos venezolanos.

En los nichos habilitados en el ala izquierda del recinto religioso, cientos de fieles acuden diariamente a orar como muestra de acción de gracias o para presentar alguna petición a San José Gregorio Hernández y Santa Madre Carmen Rendiles.

Durante las horas en que la catedral mantiene sus puertas abiertas, es común observar a los creyentes permanecer de pie o de rodillas frente a los relicarios que resguardan las reliquias de primer grado del llamado “médico de los pobres” y de la religiosa que dedicó su vida a la educación y a la adoración eucarística.

Es necesario recordar que Hernández y Rendiles fueron canonizados

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